El monitoreo remoto de pacientes era una práctica conocida en los países más desarrollados del mundo. Con la llegada de la COVID-19, este término comenzó a tomar mayor fuerza en los últimos meses, ya que permitía el seguimiento médico de los profesionales de la salud a los pacientes de forma remota y sin la necesidad de tener algún contacto físico (recordemos que en los casos de COVID-19, la distancia es importante y con el RPM es posible evitar los encuentros presenciales entre médico-paciente).
Esta forma de brindar asistencia médica de manera remota ha permitido que las personas que tuvieron que ser aisladas por contraer la COVID-19, tengan un apoyo emocional y profesional durante su confinamiento en un momento muy difícil para las personas.
Gracias al Monitoreo Remoto de Pacientes, los efectos negativos del aislamiento social pudieron ser contrarrestados de gran manera. Los pacientes a quienes se les brindaba un monitoreo remoto continuo se sintieron seguros en todo momento, ya que un profesional de la salud estaba con ellos (de manera remota) cuando más lo necesitaban.
A continuación, detallaremos los beneficios del Monitoreo Remoto de Pacientes en los casos de COVID-19 y posteriormente pasaremos a analizar un caso de éxito en Estados Unidos, sobre el Monitoreo Remoto Continuo de Pacientes.
El paciente se siente seguro en todo momento ya que está en constante comunicación con un profesional de la salud quien a su vez se encarga de revisar que los signos del paciente se mantengan estables. En los casos de pacientes con COVID-19, la presencial del doctor de forma digital es sumamente importante, ya que el médico podrá determinar si es que el paciente requiere ser trasladado a un centro de salud.
Los profesionales de la salud, con un correcto monitoreo remoto, son capaces de tomar acciones antes de que la salud del paciente se vea complicada. Esto es posible gracias a que los dispositivos de telemedicina sirven como un indicador para realizar predicciones, que serán vitales en la toma de decisiones.
Gracias al monitoreo remoto, el paciente tendrá la posibilidad de consultar cualquier duda a su médico de preferencia. Esto es fundamental, ya que los pacientes desconocen muchas cosas sobre su tratamiento, y tener el apoyo de un profesional de la salud a quien consultar, garantiza que la comunicación entre paciente-médico sea efectiva.
Además, es importante que la comunicación sea efectiva para que el tratamiento también lo sea. Sin una correcta comunicación, el paciente puede realizar actividades que de por sí el tratamiento le impiden. En casos de la COVID-19, el paciente puede consultar con su médico sobre algunas dudas que le surjan durante su confinamiento.
El Monitoreo Remoto de Pacientes les permite a los familiares saber cuál es el progreso del paciente durante su confinamiento, gracias a que los sistemas de telemedicina y monitoreo remoto han sido desarrollados para que la información que hay en ella, pueda ser fácil de acceder para los familiares.
De esta manera, los familiares podrán saber si la evolución del paciente, en cualquier momento, y saber qué hacer en caso la situación del propio paciente se vea complicada.
Androscoggin Home Healthcare & Hospice, con sede en Lewiston, es una organización médica independiente que dentro de sus servicios de atención incluía la atención médica remota. Este servicio se brindaba incluso antes de la pandemia, sin embargo, la organización cuenta haber notado un crecimiento exponencial durante la pandemia.
La plataforma Androscoggin RPM, conocida como AndroPeerConnects, forja conexiones e interacciones entre voluntarios y pacientes a través de telemedicina. El programa también ayuda a los proveedores a monitorear si los pacientes sufren de soledad.
La organización comenta que desde la COVID-19, el comportamiento de los pacientes ha experimentado un cambio radical. Los pacientes que querían comunicarse con sus enfermeras, incluso después de haber obtenido todos los demás datos. El informe de Androscoggin afirma que los pacientes aprecian y esperan los encuentros virtuales.
La forma en cómo seleccionaban a los voluntarios era a través de intereses similares con los pacientes. Luego, los voluntarios se registran periódicamente o cuando sea necesario para asegurarse de que los pacientes estén bien.
La participación en el servicio supuestamente proporciona a estos voluntarios una sensación de logro. Con COVID-19, la industria de la telesalud fue impulsada hacia el desarrollo de dispositivos inalámbricos y sistemas de monitoreo pasivo que pudieran permitir el monitoreo sin interferir con las actividades diarias.
Estos temas te podrían interesar:
¿Es rentable la implementación de un sistema de telemedicina?
7 beneficios de la telemedicina y el monitoreo remoto de pacientes